Algunos de nosotros formamos parte de segundas y terceras generaciones de ganaderos. Otros decidimos cambiar nuestra rutina hace algunos años y dedicarnos a este maravilloso oficio. Todos, sin embargo, tenemos un mismo sueño, que es el de seguir llevando la vida que hemos elegido. Y estamos convencidos de que uniéndonos por una ganadería ecológica lo hacemos realidad y, además, conseguimos un cambio positivo que afecta a muchas personas.